
VUELO DE PAZ
El cóndor guerrero, contempla desde los celestes atrios,
queriendo en sus pensamientos apagar su hálito,
la blanca cordillera, va mostrando espacios,
para anidar en el alma, campanitas claras.
Tintinean los ángeles en el vocablo silencioso,
despierta las raíces para no caer en pillajes.
El cóndor guerrero, fijando sus ojos al mundo está,
cabizbajo despiertan los soles en el otoñal.
¿Que pasa con el mundo, que no puede despertar?
Sosegaríamos las cumbres, de las guerras,
despertaríamos en paz, los niños no sufrirían,
los ancianos atesorarían paz.
La tierra está gimiendo, el mar hervido está,
las caracolas ya no cantan, en los castillos del mar.
Las sirenas combatientes, con sus manos detienen el mar,
porque quieren tener batallas y encontrar el sitio de paz.
Las diamantinas y rojizas luces,
ya están en todo lugar, sólo queremos esparcir las flores,
en el jardín territorial.
Los árboles están llorando, los animalitos afligidos están,
las estrellas han caído, con dolores sepulcral.
El carruaje está listo, las naves llegando están,
descenderán desde los cielos y pondremos mucha paz,
el llanto no será más llanto, y las flores cantando saltarán.
Las nubes se pondrán vestidos, de seda, de lienzo y de par.
Las lunas tendrán rondas, de música, de lino y de azar,
los collares de rubí rojos, darán destellos de paz.
El cóndor guerrero, volando está,
quiere alcanzar con sus garras, la pureza blanca y espumosa,
de límites sin dar, para llegar a todos los países,
y poner solo paz.
Los delfines muy azules, nos llevarán por el mar,
y cantará toda la tierra, en este nuevo despertar,
No temáis dicen los soles, no temáis oh buen señor,
y los niños de la tierra, cantarán con coros de amor.
Los planetas se acercaron, a mirar con horror,
lo que el hombre humano ha hecho,
con su tierra y esplendor, llevaremos juntas las manos
a una súplica de amor y navegaremos entre espuma y verdor.
El cóndor guerrero, quiere entregarte la paz,
las perlas de esperanza y la fe de unidad,
simplemente un vuelo de paz.
Soledad de la Costa
Propiedad intelectual No. 122930